La sanción
El colegio de médicos francés («L’Ordre des Médecins») ha sancionado Didier Raoult : 2 años de suspensión, sin poder ejercer como médico, por haber promovido, sin pruebas, un remedio contra el Covid, la famosa cloroquina.
Inicialmente el colegio de médicos había dictado una amonestación. O sea que hablamos aquí de una sanción más grave. Didier Raoult dice que va a recurrir ante los tribunales.
Recordemos que Didier Raoult ha sido quien promocionó la cloroquina (y luego la hidroxicloroquina) como remedio contra el Covid, anunciando una fin de partida para el virus a finales de febrero de 2020, antes de publicar un controvertido estudio («Gautret and al»).
Muchos denunciaron sus métodos. Pero Didier Raoult, director de un instituto hospitalario universitario (el IHU de Marsella), consiguió obtener un eco mediático sin precedente y gozó del apoyo de toda clase de personalidades, entre otros políticos a nivel local, nacional et incluso internacional (Trump, Bolsonaro, etc.).
Hoy sabemos que todo era un mezcla de bulos y de fraude científico. Y hubo consecuencias.
Pues entonces ¿ debemos considerar cómo una gran noticia esa sanción del colegio de médicos francés ?
Pues. No tanto.
Claro, algo es algo.
Pero para empezar, hablamos de prohibir el ejercicio de su profesión a un jubilado.
Como lo dice este titular del semanal Le Point : Didier Raoult suspendido (demasiado tarde) por le Colegio de Médicos
Os aconsejo este artículo (con un buen traductor, para quien no entienda francés). He aquí un pasaje :
Por ejemplo, el 30 de octubre de 2020, Olivier Bogillot, entonces presidente de Sanofi France -el laboratorio que fabrica hidroxicloroquina bajo la marca Plaquenil- escribió al entonces ministro de Sanidad, Olivier Véran, para informarle de que estaba recibiendo pedidos masivos del IHU. Le explicó que había recibido numerosos pedidos del departamento del profesor Raoult. Sin embargo, explicó que no había ninguna justificación médica para estas prescripciones masivas. Es comprensible que el laboratorio esté preocupado por ser testigo de una experimentación humana salvaje y peligrosa. No queriendo verse implicado en este asunto, anuncia al Ministro de Sanidad que dejará de suministrar al IHU.
Las advertencias del quinto laboratorio farmacéutico del mundo fueron desoídas por las autoridades francesas. Los experimentos incontrolados con seres humanos continuarán al menos hasta diciembre de 2021, lo que llevará a que unas 30.000 personas sean tratadas con hidroxicloroquina y azitromicina en el IHU. Nada nuevo en Marsella. Otra investigación de Le Point, publicada el 18 de junio de 2023, reveló que Didier Raoult y algunos de sus colegas llevaban treinta años realizando experimentos incontrolados, en particular con personas sin domicilio, un grupo especialmente vulnerable.
Le Point – 3 de octubre 2024
Conviene también examinar los motivos de la condena. En primero, la promoción de un tratamiento sin bases serias.
Pero el colegio de médicos considera que Didier Raoult no le hizo correr peligro grave a los pacientes, ya que, según sus instrucciones, había que someterlos a un electrocardiograma, apartando así a los pacientes con riesgo. La explicación no convence, ya que existen otros riesgos que el corazón y que hablamos de un fármaco que, como todo fármaco, puede tener toda clase de efectos adversos (o mas bien de una combinación de 2 fármacos, ya que Raoult sustituyó la cloroquina por hidroxicloroquina+azitromicina).
Y hay otro problema. Es que Raoult repitió en redes y en medios que la cloroquina (o la hidroxicloroquina ) era la solución, que había que tratar a los pacientes a todo coste, etc. Con eso, toda clase de médicos prescribieron cloroquina o HCQ. Sin tener los medios de control de un hospital. Y no podemos medir exactamente los daños que han resultado.
Otro motivo de la condena ha sido el de los ensayos clínicos ilegales. Y eso puede traer consecuencias interesantes, pese a lo leve que resulta esta sanción.
Los ensayos clínicos
Como lo recordaba el artículo de Le Point, Didier Raoult tiene un historial largo de ensayos clínicos sin control. Por los cuales no ha tenido que asumir ninguna responsabilidad hasta ahora.
El hecho que el colegio de médicos francés reconozca que hubo ensayos ilegales podría cambiar ciertas cosas en el futuro. Lo explica un periodista del semanal L’Express en este artículo : Sanción contra Didier Raoult: ¿poco y tarde?
En primera instancia, el Consejo de disciplina (del colegio de médicos) rechazó este argumento. Lo aceptó en apelación. Reconoce, por tanto, que Didier Raoult realizó efectivamente un ensayo clínico ilegal con cerca de 30.000 pacientes que tomaron hidroxicloroquina entre 2020 y 2021, «el mayor ensayo clínico no controlado de la historia» según 16 sociedades científicas, lo que ha motivado la apertura de un proceso penal contra él. En su veredicto, la sala nacional disciplinaria del colegio confirma que esta investigación clínica «destinada a probar el efecto de la administración de un medicamento fuera de las indicaciones previstas en su autorización de comercialización» no debería haberse llevado a cabo sin el acuerdo previo de las autoridades sanitarias.
Sin embargo, esta decisión no estaba cantada. Existen varias interpretaciones jurídicas posibles del artículo 15, una de las cuales es que no puede invocarse contra un médico que no haya sido condenado por un ensayo clínico ilegal. Sin embargo, el «Conseil de l’Ordre» (Consejo del colegio de médicos) se ha pronunciado en contra. De este modo, ha sentado un sólido precedente en este ámbito. Esta decisión histórica es una advertencia para todos los médicos y futuros médicos. A fin de cuentas, tiene mucho más peso que la prohibición de ejercer durante dos años.
L’Express – 4 de octubre
Y aquí tenemos que hablar del aspecto penal. Y vais a entender porqué os digo que la cosa no está para tirar cohetes. Hablamos de ensayos ilegales.
Que empezaron en el 2020 en el caso de la HCQ y del Covid. Que varias personas llevan denunciando.
¿ Y qué ha hecho la justicia ?
Pues un fiscal decidió de aquella que no veía nada ilegal. Y hay que entender que, sobre todo en la zona de Marsella, han ocurrido varias rarezas con la justicia y otras instituciones.
O sea que en 2020 Raoult realizó ensayos clinícos en los cuales se veía de todo : el número de pacientes implicados cambiaba sin explicaciones, las fechas de las autorizaciones presentan rarezas, se pide una autorización y ante la negativa se dice que no hace falta autorización, se implican niños, etc.
Lo mejor es que le echéis un ojo a este hilo en Twitter.
Ahora toca esperar. Hubo denuncias y la justicia ha vuelto a investigar sobre estos ensayos. Veremos.
Pero mientras tanto, tras la inexplicable decisión del fiscal de archivar el caso en 2020, se ha perdido mucho tiempo.
Amenazas y acoso judicial
Os lo he comentado hace unos meses. Didier Raoult ha utilizado y sigue utilizando la justicia para intentar acallar a sus críticos. Y el instituto hospitalario universitario de Marsella le ha pagado los gastos hasta aquí.
Aunque la justicia no le dé la razón, todo esto le cuesta tiempo y dinero a los acusados. Os había hablado del caso de Guillaume Limousin (conocido como «Sonic Urticant» en Twitter y cuya cuenta os recomiendo).
Y viene de haber otro caso. El de un bloguero y científico, Samuel Alexander, que había contribuido a denunciar las malas prácticas de Didier Raoult. Este le exigía 30’000.- €. Y el día del juicio, Didier Raoult no se presentó, explicando que renunciaba. Queda por saber si le van condenar a pagarle una indemnización a Samuel Alexander. Y este podría ser uno de los motivos de la renuncia de Raoult, ya que el IHU no pagaría esos gastos.
Este artículo de Le Point os da un resumen del caso : Ante el tribunal, Didier Raoult da marcha atrás al último minuto.
Y también tenemos aquí otro ejemplo de las rarezas que van apareciendo cuando se trata de Raoult :
Sin embargo, para registrar esta denuncia, los tribunales exigen un depósito, es decir, una cantidad de dinero que deben pagar los demandantes, con el fin de limitar el riesgo de procedimientos abusivos. En aquel momento, se pidió a los profesores Raoult y Chabrière (el brazo derecho de Raoult) que pagaran 3.000 euros cada uno y a la IHU 6.000 euros.
Éric Chabrière nunca pagó este depósito. Por lo tanto, quedó automáticamente excluido del procedimiento. El IHU y Didier Raoult pagaron, pero fuera del plazo fijado por el juez. «Sin embargo, según la ley y la jurisprudencia, el retraso en el pago equivale al impago. De hecho, la acción debería haberse interrumpido en esa fecha. Pero se mantuvo», explica Mokhtar Abdennouri (el abogado de Samuel Alexander)…
Le Point – 6 de septiembre 2024
O sea que el caso nunca hubiera tenido que salir adelante. Pero salió.
Samuel Alexander aprovechó para publicar un largo historial del caso, explicando los fraudes en los estudios, las amenazas y los insultos a los críticos y el acoso judicial : Libertad, Igualdad, Fraternidad – sólo para Raoult y la élites francesas.
Hay una versión en inglés de este muy interesante artículo publicado en el blog de Leonid Schneider «For Better Science» (blog dedicado a la lucha contra el fraude científico). Artículo muy interesante, insisto. Os doy un ejemplo :
Pero los tribunales franceses a veces toman decisiones extrañas. Conocí a Magali Carcopino, la hija de Didier Raoult, y accedió a ayudarme a escribir un artículo sobre Para una ciencia mejor. Más tarde, acusó a Eric Chabrière (brazo derecho de Didier Raoult), del que Times Higher Education ya había informado que «acosaba libremente a los críticos de HCQ», de acosarla en línea con una cuenta anónima llamada «Le Profesionel» («El Profesional»). Tras demostrar al tribunal que el número de teléfono utilizado para crear esta cuenta era efectivamente el de Chabrière, el juez dictaminó que, dado que el número de teléfono de Chabrière también estaba en un pdf público en un subdominio del sitio web de IHU, cualquiera podría haber utilizado ese número para crear esta cuenta, y que esto no era prueba de que el propio Chabrière lo hubiera hecho (léase también los billetes de enero de 2021 y mayo de 2023). Evidentemente, el hecho de recibir un código de confirmación en el teléfono para registrar una cuenta en Twitter no se tuvo realmente en cuenta. Al final, Magali fue condenada a indemnizar a Chabrière con 2.000 euros (y su marido, que también era el demandante, tuvo que pagar también 2.000 euros).
Recherche Indépendante – 23 de septiembre 2024
Otra rareza…
Sobre el que fuera el brazo derecho de Raoult, Éric Chabrière, hay mucho que decir. Varias personas lo acusan de acoso. Últimamente lo han juzgado por haber insultado y amenazado a un gendarme… que lo estaba convocando tras una denuncia por acoso. La decisión está por caer.
Os comentaba que, durante el juicio a Guillaume Limousin, Éric Chabrière estaba en la sala del tribunal armando bronca e, incluso, insultando abiertamente a Dominique Costagliola, testigo de la defensa. Sin que el tribunal le sancione para nada.
Y ya que menciono a la ciéntifica Dominique Costagliola, os recuerdo otra rareza más : la justicia lanzó contra ella una investigación (la gendarmería llegó a investigar su domicilio) por haber, por sus declaraciones, «obstaculizado el uso de la ivermectina contra el covid,» tras una denuncia de una asociación de conspiranoicos…
Incluso llegó a existir en Twitter un grupo secreto que se autodenominó «el Grupo CIA», que se dedicaba a coordinar olas de acoso en contra de los críticos de Raoult. Un conspiranoico arrepentido, que estaba en el grupo, denunció el caso. Lo llevaron a los tribunales para acallarlo y ganó : consiguió demostrar la existencia de dicho grupo. Que incluía a empleados del IHU de Marsella, entre los cuales esta Éric Chabrière y el encargado de la comunicación de Raoult. Hasta ahora no hubo ninguna sanción por estos acontecimientos.
Para concluir – los estudios científicos
Se me está poniendo el artículo muy largo. Demasiado. Habría todavía muchos temas que comentar.
Las rarezas en los estatutos del IHU de Marsella, oficialmente una entidad privada, pero financiada con dinero público, y con muy poco control.
El hecho de que el succesor de Raoult como director del IHU de Marsella estuvo implicado en varias de sus chapuzas.
Los apoyos políticos de Raoult. El presidente Macron fuera a visitarle cuando ya se sabía que contaba burradas como casas; y Brigitte Macron le hablaba por teléfono. Varios miembros destacados de la oposición lo alababan : Jean-Luc Mélenchon (dirigente de LFI, el principal partido de izquierda), Jordan Bardella (presidente del «Rassemblement National» de Marine Le Pen), etc. El nuevo ministro de I+D era un hincha de Didier Raoult.
Y recordemos que en 2018 la ministra de sanidad y la ministra de I+D exigieron un procedimiento disciplinario contra Raoult, por sus malas prácticas. La carta de las ministras se perdió y nunca nadie supo nada del procedimiento ese.
Es que lo de Didier Raoult no comenzó con el Covid. Os pongo aquí un artículo de Le Point, en inglés : Didier Raoult : 30 years of unregulated experiments on human
Y son también años publicando artículos científicos dudosos. En 2006 ya, varias revistas científicas lo habían excluido durante 1 año, tras una publicación fraudulenta.
Su primer ensayo sobre cloroquina y covid (bueno, sobre HCQ y covid), Gautret and al, ha tenido un eco mundial. Y desde el comienzo se veía que era una gigantesca chapuza. Revisado en menos de 24 horas. Aparecen y desaparecen pacientes. Los grupos (tratados y no tratados con HCQ) no son comparables. Etc. Pero el artículo sigue ahí, sin retractar.
El eco mundial de aquel estudio sobre cloroquina hizo que varias personas se interesen a otras publicaciones de Didier Raoult. Y aparecieron más chapuzas. Muchas más. Y se va acumulando retractaciones. A veces por que los estudios carecían de las debidas autorizaciones. Otras veces porque había imágenes trucadas. O datos imposibles.
Ya van 21 retractaciones.
Y va a haber más.
Esas retractaciones son buenas noticias. Pero hay que pensar que durante años y años pudo hacer lo que quiso. Y que no estaba sólo… Y, lo repito, el grupo Elsevier, por ahora, no ha hecho nada para retractar el artículo «Gautret and al» (publicado en una revista del grupo Elsevier dirigida por un amigo de Raoult).
Voy a concluir con unas palabras de Elisabeth Bik. Ya os he hablado de esta científica implicada en promover la integridad científica.
Se trata de un documental de la televisión suiza sobre fraude científico (por cierto, si entendéis algo de francés, no os perdáis este documental). Elisabeth Bik comenta lo que ocurrió cuando, por primera vez examinó un artículo de Raoult (el famoso «Gautret and al» sobre HCQ) y que empezó a recibir insultos y amenazas.
Intento ser educada. No acuso a nadie. Sólo señalo los problemas que veo.
Pero si empieza a insultarme, no le insultaré. Seguiré siendo educada. Sin embargo, debe saber que luego examinaré otras de sus publicaciones.…
Y no se lo esperaban.
Repito aquí mi admiración y mi reconocimiento a quienes llevan más de cuatro años luchando contra la desinformación y el fraude. Y lamento, una vez más, que estas personas, que llevan a cabo el labor que le corresponde a las instituciones (políticos, hospitales, universidades, etc.) no reciban más apoyo ante las amenazas y los insultos.