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Odio y extremismo ¿ Puedo seguir yo en Twitter ?

El 25 de enero Twitter restablecía la cuenta de un conocido ultra-derechista estadounidense, Nick Fuentes. Y cuando escribo «ultra-derechista» incluso me quedo algo corto : Nick Fuentes, ha declarado su admiración hacia Adolfo Hitler (además de ser abiertamente supremacista, antisemita, homófobo, «incel», hincha de Vladimir Putin, etc.). Lo habían echado de Twitter, así como de Facebook, YouTube, Patreon, AirBnB, PayPal, etc.

Pues resulta que este señor pudo regresar a Twitter, como muchos otros ultra-derechistas, conspiranoicos y extremistas de todas clase, desde que Elon Musk tomó el control de la red social. Sólo que este chico iba demasiado lejos y varios medios se hicieron eco de su regreso. Además se pasó su primer día de regreso a Twitter multiplicando las provocaciones. Y le volvieron a cancelar la cuanta.

¿ Un éxito contra el extremismo ? No. Para nada. ¿ Por 1 como él, cuantas decenas de extremistas llenos de odio, han podido regresar tranquilamente a Twitter ? De vez en cuando, echan a uno como él, que se pasa más que otros. Ya hicieran eso con Kanye West.

Y desde semanas, nos vamos acostumbrando a este tipo de noticias. Elon Musk destroza los equipos de moderación, le abre las puertas a los ultra-derechistas y a los conspiranoicos y censura a quienes le estorban. Y cuando se vuelve algo atrás, como cuando restableció las cuentas de periodistas suspendidos o que volvió a autorizarnos a compartir enlaces hacia Mastodon, nos da la ilusión de una victoria.

Pensadlo bien : suspendió cuentas de periodistas críticos con él y luego organizó un sondeo (lo que le generó tráfico en Twitter…) para decidir si dichos periodistas tendrían el permiso de regresar a la red social…

Y hay mucho más. Claramente, Elon Musk se está sirviendo de Twitter para pesar en la política a través del mundo. Lo vimos en Brasil, como Twitter apoyó al bolsonarismo. Estos días nos enteramos de que Twitter censuró en India los enlaces hacia un documental crítico con el primer ministro (un nacionalista).

Nos enteramos también, por ejemplo, de que Elon Musk exigió personalmente la suspensión de la cuenta de Chad Loder, un activista de izquierdas.

Y eso es lo que se ve. Pero pensemos también en el poder que Twitter genera, en términos de acumulación de datos, en la manera en que los algoritmos podrán (de forma sutil y discreta) influir el contenido y, sobre todo, favorecer la visibilidad de cierto contenido. Y no sabemos todo lo que podrá combinar Musk con otras partes de sus actividades (pensemos en su red de satélites).

¿ Puedo seguir yo como si nada, mirando para otro lado ? No. No puedo. O más bien, NO QUIERO.

Actuar como si no hubiera pasado nada, seguir como antes, sería avalar, ser cómplice. Generar tráfico e ingresos publicitarios. Contribuyendo a mantener el círculo vicioso que hace que unos se quedan porque otros están, pero otros están porque unos se quedan.

Y me parecería ridículo imaginarme que voy a poder luchar contra el odio y la desinformación en las redes si me paso el tiempo denunciando contenido en Twitter o multiplicando tuits de indignación : eso serviría justamente a generar tráfico e ingresos publicitarios. Y nada más.

No voy a cerrar mi cuenta ahora. Pero me voy a salir en 3 etapas.

Para empezar, mi actividad en Twitter se limitará a 2 cosas :

  • Mantenerme en contacto (intercambiando mensajes privados) con algunas personas.
  • Compartir contenidos que publicados fuera del Pájaro Azul, como este texto que estáis leyendo. Para eso me monté este blog. También ando algo por Tumblr, Reddit y Post. Y además tengo una cuenta en Mastodon.

Después llegará un momento en que deje de compartir nada en Twitter. Se quedará un tiempo mi cuenta inactiva, para conservar el contenido.

Y luego, vendrá la hora de cerrar todo.

¿ Y que pasa si lo de Musk se va a la m… ? Imaginemos que le vayan mal los negocios, que acabe vendiendo la empresa y que todo vuelva como antes….

…Pues para empezar, las cosas nunca vuelven como antes. Y lo que está ocurriendo con Musk debe abrirnos los ojos acerca de un problema que ya existía antes de la llegada del patrón de Tesla : dependemos de Twitter. Mucha gente está escandalizada con lo que pasa pero ahí sigue. Porque Twitter parece una herramienta indispensable para mucha gente : personal político, medios de comunicación, ONGs, militantes, youtuberos… Y también para toda clase de gente deseosa de participar en ciertos debates. Esta dependencia es un problema en sí. Con o sin Elon Musk. O sea que de todos modos hay que construir alternativas a lo que veníamos haciendo en Twitter.

Os aconsejo ir pensando en qué queréis invertir vuestro tiempo, cómo podéis establecer contactos, intercambiar ideas, debatir, difundir noticias, manteros al tanto de la actualidad, etc, sin contribuir a esta máquina de difundir odio y bulos en que se está convirtiendo el Pájaro Azul.

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